ESCUDO
La evolución del fútbol, especialmente por su canalización a través de los medios informativos,
que necesitan de una imagen representativa e instantánea de identificación, ha otorgado todavía
un mayor protagonismo a los escudos, al punto de convertirlos en la principal seña de identidad
de los clubs. Desde entonces, el escudo del Sporting no ha variado, salvo para adaptarlo a la evolución
que han demandado los medios visuales y el merchandising en el que se encuentra inmerso el fútbol,
que aconseja comercializar imágenes claras y despojadas de excesivos ornatos. En este sentido, el club
gijonés tiene registrados los colores, dimensiones y formas de su escudo, con el ánimo de preservarlo
de malos usos, además de posibles fines comerciales que puedan estar al margen del club, ya que
hasta entonces el club no había afrontado el registro oficial de sus emblemas. Esta adaptación, en la
que la informática ha sido parte principal, ha sido realizada por la emprea CYAN en 1997 bajo la firma
del creador Juan Jareño.
Nota: Para la elaboración de esta información se ha contado con la colaboración de D. José Carlos
Alegría Díaz, miembro de la Sociedad Española de Vexilología, de la Asociación Norteamericana
de Vexilología, del Instituto de la Bandera y de la Asociación Banderas del Mundo.
El primer escudo del club del que se tiene constancia
se sitúa, en torno a 1912. No consta que haya llegado
nunca a oficializarse, ya que no llegó a verse impreso
en papel oficial ni tampoco bordado en las camisetas
de los jugadores. Propiamente parece ser un bosquejo,
un intento de aportar simbología al club más que
un diseño riguroso, ya que está timbrado por una corona
heráldica indefinida.
No obstante, a través de la prensa se dio cuenta de que posteriormente se plasmó físicamente
en insignia para solapa con la revisión de su corona, que fue ya la de la Casa Real Española, si
bien no ha llegado hasta nosotros ninguna muestra.
El valor del escudo que aquí reproducimos es especialmente sentimental, ya que parece haber
sido obra directa del propio Anselmo López, un gran amante de las artes plásticas, así como de
la música. El adorno de este escudo, en cuyo interior aparecen insertas las iniciales del club,
parece ser un pergamino rojo que agregaría al conjunto el color de la bandera de la provincia
marítima de Gijón.
Coincidentemente, tanto el Real Club Astur de Regatas, también en la década de los años diez,
como el Real Grupo de Cultura Covadonga, más avanzado el siglo, también realizaron
adaptaciones similares de la bandera de la provincia marítima.
El segundo escudo que llegó a ser utilizado por la
sociedad gijonesa en algún momento determinado
fue efímero y, sin menosprecio de otras posibilidades,
sólo consta que fuera utilizado en una ocasión, en 1920,
por Enrique Guisasola.
Está realizado a semejanza del utilizado por la Real
Sociedad de San Sebastián, si bien cambia la bandera
que abraza el balón por la de los colores marítimos
con las de las iniciales del club gijonés en medio.
Los orígenes de Enrique Guisasola, cuya familia procedía de Guipúzcoa, explican dicha semejanza
con el símbolo donostiarra, a lo que parecía unirse la orfandad que tenía entonces el club
sportinguista de una insignia de estas características.
Tampoco fue utilizada en impresos oficiales ni bordado en las camisetas del equipo gijonés.
El único ejemplo de su uso como posible escudo rojiblanco del que tengamos constancia se
sitúa en diciembre de 1920, con motivo de un partido de homenaje que se le tributó a Fernando
Villaverde. Se le entregó entonces una insignia de oro que no era otra que el emblema reseñado.
La misma obra en poder de sus descendientes.
El tercer escudo al que aludimos puede considerarse
oficialmente como el primero utilizado por el Sporting.
Su forma se designa en heráldica como "de casulla".
En el mismo se constata que pertenece a un equipo
de fútbol, dada la presencia en el centro de un balón;
que dicho club está radicado en Gijón, por la presencia
de D. Pelayo, en imagen transportada del escudo de
la villa, con fondo de plata;
que sus colores son los rojiblancos, propios de la capitalidad marítima de la localidad, y que el
club ostenta la honorífica categoría de ser real, desde agosto de 1912, como lo demuestra la
Corona Real Española situada en la parte superior, entre una "S", de Sporting, y una "G", de Gijón.
El club comenzó a utilizar con profusión este escudo tras la llegada a la presidencia de Ismael
Figaredo. Se trata del primer escudo de la sociedad que aparece en las camisetas de los
jugadores sportinguistas. No así en documentos oficiales, por cuanto el cuño de caucho
utilizado continuó llevando exclusivamente la corona real.
Sin que exista documentación que lo explique y
quizás porque los escudos en las décadas de los
años diez y veinte eran considerados algo secundario,
el club adoptará, también bajo la presidencia de Ismael
Figaredo, un nuevo emblema que se colocará reproducido
en cerámica sobre la puerta principal del remozado
campo de El Molinón y del que el escudo actual no
deja de ser más que una mera evolución.
Muestra una armería que ha pasado a tener una forma puntiaguda, cuyo campo está compuesto
por rayas rojas y blancas, "palado de gules y plata", en términos más ortodoxos, sobre las que se
imponen las siglas del nombre del club. Está timbrado por una Corona Real Española.
Como ya se ha aludido, el primer antecedente de dicha configuración data de principios de siglo
y aparece en la camisetas del Gijón Sport, equipo en el que llegó a formar como jugador Ismael
Figaredo, al igual que varios de sus compañeros de Junta Directiva.
Tras la Guerra Civil llegó otro cambio.
Al de la nueva denominación del club, tras la decisión
de prohibir los extranjerismos, con la consiguiente
nueva denominación de Real Gijón, se añadió un nuevo
escudo, que tomó forma de "G" en pico con los
colores rojiblancos de fondo y la Corona Real Española
en la parte superior.