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EL SPORTING, 110 AÑOS DE UNA HISTORIA

CARGADA DE SENTIMIENTOS

 

El Real Sporting de Gijón es un club cargado de profundos sentimientos 

y arraigo en Gijón, con extensión al resto de Asturias, además de dueño

de una fecunda historia cuyos orígenes se remontan al 1 de julio de 1905:

hace precisamente hoy 110 años. Hacemos génesis del arranque de esa

larga historia, sustentada en la herencia que ha ido pasando de unas a

otras generaciones.

La Guerra Civil dejó en España muchas cicatrices; al club rojiblanco le

expolió de sus principales trofeos y de buena parte de sus bienes y documentos.

Incluso le dejó sin sede social, tal como relatamos recientemente con

motivo de la invitación cursada a la plantilla rojiblanca por parte de

los responsables del Café Dindurra. Allí, en el viejo y remozado café

del Paseo de Begoña, hace 75 años, tuvo lugar la reunión que sirvió

para constituir la primera Junta Directiva rojiblanca tras la contienda.

 

El Café Dindurra y el Sporting... 75 años después

Dado que el acta fundacional del club había desaparecido, se hizo

necesario proceder a su postrera oficialización. Hubo que esperar a

finales de 1956 para poder llevarla a cabo. Puesto que en 1905 no había

federaciones, ni a escala regional ni tampoco nacional, ningún organismo

podía aportar copia de dicho acta fundacional del Sporting Gijonés,

nombre con el que había nacido el club. Ante esta situación, sólo cabía

apoyarse en la memoria y en los datos de quienes vivieron su nacimiento,

de quienes habían sido los primeros protagonistas de su historia. Hubo

discusiones a la hora de concretarlo, con vivas y encendidas polémicas

cruzadas incluso a través de la prensa, aunque finalmente se alcanzó el

debido consenso.

Tras el consenso, el acta notarial de la fundación

Así fue como se llevó a cabo la oficialidad de que el Sporting fue

fundado a todos los efectos en julio de 1905, circunstancia que selló

y rubricó el notario Tomás Albi Agüero, "en Gijón, con fecha del 23

de noviembre de 1956". El expediente consta de "cuatro pliegos de

papel timbrado de la clase 8ª, serie F, número 1.042.260 y los tres

ordinales siguientes".

Sería Eustaquio G. Campomanes durante su mandato como presidente

sportinguista quien impulsó esta obligada iniciativa. Así, aunque con

dos años de retraso, en 1957, pudo celebrarse el cincuentenario de la

entidad, entonces denominada Real Gijón. Habían dado fe del nacimiento

del Sporting Gijonés en dicha fecha varios ex jugadores y ex directivos:

Julio Bernaldo de Quirós Debrás (primer goleador nato que tuvo el equipo

rojiblanco), Florentino García Sordo, Ángel Pardo Botella, Corsino de la

Riera Acebal, Jacobo Argüelles Álvarez, Emilio Fernández Menéndez y

Emilio López Sánchez (sobrino de Anselmo López, primer presidente rojiblanco).

En el acta notarial se da cuenta asimismo de que "la primera Junta

Directiva del Sporting Gijonés estaba formada por el presidente

(Anselmo López Desanch) y tres vocales (Julio Bernaldo de Quirós, Alfredo

Bernaldo de Quirós y Florentino García Sordo), además de otras personas

cuyos nombres no se citan".

Junto a las aportaciones fediticias, Florentino Garcia

Sordo presentó una medalla ganada por el equipo

rojiblanco en 1906, que había sido donada por el

Círculo Mercantil Industrial. Suyas serían también

las explicaciones que quedaron para la historia sobre

la compra de las primeras camisetas en los almacenes

“El Águila” o aquellas botas adquiridas a un zapatero

de la Plazuela de San Miguel que se llamaba Saturno.

Camisetas, botas y balón... recordaba García Sordo cuando por fin

pudieron adquirir uno de los buenos: "Era, al fin, un balón reglamentario

aquel que hizo el zapatero con cuero y que venía a sustituir a una

castaña de badana que apenas se mojaba en la playa se ponía hecha

un asco. En los buenos tiempos había goma, y también pinchazos,

que arreglaba la madre de Marcelino de la Cuesta. Los parches costaban

diez céntimos cada uno".

Entrevistado en los años cincuenta, cuando le preguntaron por aquel

primer Sporting, explicó que ”era la unión de unos chiquillos dirigidos

por un hombre constante y tenaz", refiriéndose a Anselmo López.

Ignacio Lavilla, primer secretario del Sporting Gijonés

Ignacio Lavilla, el primer secretario que tuvo el Sporting, testificó que,

“tras funcionar durante algún tiempo el club, Anselmo López decidió

formalizar la situación”, sin que pudiera asegurar la fecha de lo primero

ni de lo segundo de manera concreta. No obstante, señaló que él mismo

fue quien se encargó de escribir el acta fundacional de la sociedad y

que lo hizo "con letra inglesa en una libreta que tenía las tapas de hule".  

Asumido en cualquier caso de manera oficial el 1 de julio de 1905 como

fecha de su fundación, a la polémica del cuándo se fundó el Sporting se

añadió la existencia de una tarjeta del Sporting de 1911, en la que aparece

la fecha de 1900 como la del inicio de la andadura de la entidad. Esta tarjeta

ha sido conservada por la familia Villaverde hasta nuestros días.

De hecho, esta fecha de 1900 fue defendida públicamente por la Junta

Directiva del Sporting Gijonés, con Anselmo López a la cabeza, en una

declaración en la que postulaba ser el equipo más antiguo de la ciudad.

Era parte de la contestación a un "reto" del entonces renacido Gijón Sport,

con ambos equipos enzarzados en una abierta polémica. El fútbol gijonés

comenzaba a crecer en medio de discusiones dialécticas muy propias de la

época que se trasladaban de los terrenos de juego a la prensa. Se buscaba

la primacía en la ciudad.

El comunicado fue publicado a la vez en los diarios El Comercio y El Noroeste

el 2 de agosto de 1911. En uno de sus párrafos podía leerse textualmente:

“El Sporting Gijonés, que por contar con once años de existencia es la decana

de las sociedades locales de este género, recoge el reto…”.

Más bien cabe pensar que aquel supuesto Sporting Gijonés de 1900,

prácticamente integrado por niños, era el embrión del que cinco años después

nacería de forma oficial y que, tras atravesar todo el siglo, ha llegado hasta

nuestros días.

Existen reseñas periodísticas que señalan que el fútbol había comenzado

a jugarse con cierta asiduidad a finales del siglo XIX en varias ciudades de

España y citan entre ellas a Gijón, aunque tampoco trascendían más

concreciones al respecto. Así quedaron recogidas en anuarios costumbristas

de la época.

Huelva y Villagarcía de Arousa se disputan el honor de haber albergado

los primeros partidos de fútbol de los que se tiene constancia en España.

 

La playa de San Lorenzo y el Colegio de la Inmaculada

 

Se da por hecho que el fútbol arrancó en Gijón en los arenales de la playa

de San Lorenzo y, de forma más reglada, en el patio del Colegio de la

Inmaculada, como muestran las centenarias “Páginas Escolares”, que divulgaron,

además de los partidos de los "colegiales", las normas que regían para este

nuevo sport, muy poco conocidas en su rigor.

Las primeras fotografías de equipos de fútbol en la villa son de formaciones

del Colegio de la Inmaculada y del Gijón Sport, que en su primera época

estuvo formado en su mayoría por jóvenes de la emergente burguesía local.

Su posición social les permitía costearse fotografías de estudio, así como

disponer del atavío de una uniformidad más o menos homogénea, supuestamente

traída del extranjero.

No es fácil datar los primeros partidos de fútbol disputados en Gijón. La

imaginación nos lleva a pensar que bien pudieron ser protagonizados por

marineros de buques extranjeros anclados en El Musel o en la dársenas locales,

pero sin constancia que permitan aseverarlo. Al menos a comienzos del pasado siglo.

Sí están datados los disputados en el centenario colegio de los Jesuitas, en la

cuesta de Ceares (al que pertenecen estas imágenes, tomadas respectivamente

en el patio colegial y en el interior, denominado de la Virgen), de la misma

manera que es posible aseverar el nombre de Luis Adaro Porcel como uno de

los principales introductores de este deporte en Gijón, sino el principal, tanto

de sus reglas de juego como de la indumentaria necesaria para disputar partidos,

lo que sirvió de referencia para otros jóvenes y equipos de la época, entre los

que se encontraba Anselmo López y sus jóvenes amigos del incipiente Sporting Gijonés.

 

Luis Adaro regresó a casa con el fútbol y una ingeniería bajo el brazo

 

En este albor del fútbol en Gijón se hace del todo necesario detenerse en Luis

Adaro Porcel, quien completó su bachillerato y el preuniversitario en Suiza,

en el colegio de Chateau Lançy.

Allí se alineó con el equipo de este centro académico, de lo que hay constatación

a través de una fotografía fechada en 1898 (es el primero por la derecha de

los chicos que están de pie). Se trata de la primera muestra gráfica de un gijonés

formando parte de un equipo de fútbol. Merece la pena fijarse también en la indumentaria.

En Chateau Lançy, Luis Adaro Porcel coincidiría también con los gijoneses Juan y

José Luis Alvargonzález, así como con otro compañero de lides académicas y

deportivas en el Gijón Sport, Demetrio Castrillón. 

Luis Adaro Porcel fue un extraordinario entusiasta de este nuevo deporte, en el

que se ejercitó como "centro delantero" y entrenador al frente del Gijón Sport,

aunque este segundo término, el de técnico, todavía tardaría años en acuñarse.

Se le denominaba por entonces director deportivo (en la imagen de más abajo

aparece ya con más edad, en Gijón, sosteniendo el balón).

Junto a sus compañeros de estudios, Luis Adaro Porcel aprovechaba los veranos

en los que regresaba a Gijón para ejercitarse con el novedoso sport, que

continuaría también practicando cuando realizó sus estudios de ingeniero

mecánico en Alemania. Así es como en julio de 1901, mientras la prensa local

daba cuenta de que su padre “establecía en El Musel dos cargadores de carbón”,

él marcaba pautas deportivas en la ciudad de una manera ordenada. Nadie

podía sospechar por entonces lo que el fútbol llegaría a ser.

También parece factible que Luis Adaro Porcel adquiriera

en Suiza y Alemania alguna de las equipaciones utilizadas

luego por el Gijón Sport Club, dado que eran imposibles

de comprar en Asturias a comienzos del pasado siglo.

En las fotografías que han llegado hasta nuestros

días puede contemplarse la impecable uniformidad

de los equipiers.

Luis Adaro no llegó a jugar en el Sporting (al menos no consta en ninguna

alineación que haya llegado hasta nosotros), aunque integró hasta su

fallecimiento en los años cuarenta la mayoría de las diversas juntas

directivas que dirigieron el club rojiblanco.

 

El fútbol tenía aún poco arraigo al arranque del pasado siglo y dentro

del mismo, con la juventud de sus integrantes, en su mayoría pertenecientes

a posiciones sociales más modestas que las de los integrantes del Gijón

Sport, nuestro Sporting Gijonés tardará en adquirir renombre, lo que

comienza a ocurrir a partir de 1907. Es entonces, el 17 de agosto, cuando

los diarios El Comercio y El Noroeste, así como la revista El Independiente,

dan cuenta de que “mañana saldrán para Oviedo, con objeto de jugar un

gran match de foot-ball entre los teams de las sociedades Sporting Gijonés

y Sport Ovetense”.

En dicha reseña se explicaba que el equipo rojiblanco desplazaría a los

siguientes jugadores: Anselmo López, portero; Oscar Muñiz y Manuel Muñiz,

defensas; Constantino Palacio, Conrado Pineda y Félix Alonso, medios, y

Loyola Pineda, José Morilla, Laureano Antuña, Ramón Muñiz y Eduardo

García, delanteros. Era el primer equipo rojiblanco del que hay referencia

escrita.

En 1951, uno de los integrantes de aquella alineación, el entonces doctor

Ramón Muñiz, recordaba que el resultado de aquel encuentro había

sido de empate a uno.

 

Las sociedades polideportivas

 

A comienzos del siglo XX, sin una federación que lo reglara, los

futbolistas actuaban 

muchas veces de manera indistinta en uno u otro equipo. Eran

lossportman de la época, en unos años en los que el ocio era todavía

un vocablo excesivamente selecto para uso de la mayoría de la sociedad

española. En cualquier caso, sería un error contemplar al Gijón Sport Club

o al propio Sporting Gijonés como sociedades deportivas dedicadas 

exclusivamente al fútbol. Protagonizaban otras actividades, que iban desde

 las reuniones de recreo hasta el mismo concepto snob que para entonces

podía suponer cualquier práctica deportiva (sport), todavía sin arraigo en

una sociedad con muy marcadas diferencias sociales.

Los toros gozaban por entonces de muchísima más popularidad que el

fútbol e incluso otras actividades deportivas, como el ciclismo o el tiro,

disfrutaban de más espacio en los periódicos de la época que el fútbol.

Tal era así, que la mayoría de entidades que se creaban daban más

importancia al excursionismo, el remo, la natación, el ciclismo o la organización

 de becerradas y actos sociales de distinta índole, tales como pasacalles

 o verbenas. No fue el caso del Sporting al paso de los años y quizás

por eso sobrevivió a sus otros rivales deportivos de la época. No

obstante, el Sporting nunca renunció a tutelar otras actividades

deportivas e incluso hay una primera reseña periodística que sitúa al

club rojiblanco como organizador de una carrera de aros en el Paseo

de Begoña en 1908. Precisamente fue la primera alusión pública

informativa que se le hizo con extensión. 

Todavía no ocupaba la primacía deportiva de la ciudad.

En cualquier caso, a lo largo de su historia, el Sporting también tuvo otras

 secciones deportivas, como las de gimnasia, atletismo, hockey hierba,

rugby, natación y balonmano, además de ser también un destacado

patrocinador de la Vuelta Ciclista a Asturias, de los concursos hípicos

y de compartir directivos con las demás sociedades deportivas gijonesas.

 

Anselmo López, el progenitor del Sporting

 

Al cumplirse los 110 años del nacimiento del Sporting se convierte de

obligada justicia honrar la memoria de Anselmo López, primer presidente

del Club y, sin duda alguna, la persona que gestó su nacimiento. Tras

él vendrían nombres también muy importantes, pero merecen otros

capítulos aparte en la larga y fecunda historia del club gijonés. En esta

ocasión toca hacerle referencia a su fundador.

Nació en Gijón el 25 de enero de 1891. Recibió el nombre de Anselmo

por su padre, fallecido antes de su nacimiento, por lo que se quedó al

cuidado de su madre, Doña Crescencia, así como de sus hermanas mayores.

Fue en la playa de San Lorenzo donde tuvo su primer contacto con el

foot-ball, del que pronto se quedó prendado. No faltará quienes quieran

corregir su segundo apellido y tendrán razón, aunque sólo en parte, ya

que en algunas ocasiones utilizó las iniciales ALD, con las que la D anulaba

a su correcto apellido Sánchez. Incluso en varias ocasiones él mismo se llegó

a cambiar ese segundo apellido, “De Sánchez”, por una especie de contracción

del mismo: “Desanch”.

Su padre, Anselmo López del Valle, era natural de Cenero, mientras que

su madre había nacido en el vecino concejo de Villaviciosa.

El primer presidente rojiblanco era alto, delgado y

jugaba al fútbol de portero. Pronto se convirtió

en persona muy popular dentro del incipiente

mundillo futbolístico que comenzaba a despertar

en Gijón con el nuevo siglo.

De su ánimo emprendedor da cuenta el hecho de que con sólo 17 años

viajó a Santander, donde logró organizar un partido entre su Sporting y

un equipo de la capital cántabra. Era el mismo ánimo que le llevó a organizar

también en Gijón, en 1911, el Campeonato Infantil de Fútbol de Asturias,

un notable acontecimiento para la época, al que invitó a José Canalejas,

entonces jefe del Gobierno, al que habían nombrado presidente protector

del Sporting.

 

A la invitación de Anselmo López respondió el ilustre político en los

siguientes términos: “Muy distinguido señor mío. Quedo obligadísimo a

la sociedad de su digna presidencia por la invitación con la que me honra,

así como al señor Plasencia en nombre de los socios de honor. Mucho

hubiera deseado por varias razones visitar Gijón por este motivo, asociando

palabras sinceras a las que resonarán ahí en homenaje al inmortal Jovellanos;

pero no siendo posible que pueda asistir por circunstancias bien notorias,

nos representará al Gobierno y a mí, mi fraternal amigo el elocuente catedrático

y dignísimo ministro de Instrucción Pública D. Amalio Jimeno (quien a

su vez fue suplido por el alcalde de Gijón). Considéreme presente y soy

suyo, afectísimo amigo”. J. Canalejas.

Su contagioso entusiasmo le convirtieron en un extraordinario impulsor

del foot-ball en Gijón, hasta el extremo de que llegó a desempeñar labores

informativas en varias revistas especializadas de deporte, casos de “Hércules”,

de Bilbao; “Júpiter”, de Barcelona, y las madrileñas “España Sportiva” y

“Madrid Sport”.

De sus pinceles nació el primer escudo del Club, que posteriormente sería

remodelado con una más hortodoxa corona borbónica.

También era un gran amante de la música. Por todo ello no es casualidad

que fuera cofundador en Gijón del Club Arte y Sport (en la fotografía de la

izquierda, con los demás integrantes de su Directiva), además del principal

impulsor y presidente de la tentativa de primera Federación Asturiana de

Fútbol, que infructuosamente buscó crear en 1914 y que posteriormente

tuvo que volverse a refundar, no sin polémica, como Federación Cantábrica.

Años después se convertiría en su secretario.

Ignacio Lavilla, quien fuera secretario de su Sporting inicial, definió a Anselmo

López como un adelantado para su tiempo, con una capacidad de organizador

asombrosa, con valores éticos y morales que recordaban al Barón de Coubertin,

al punto de llegar a considerar como “criminal” la profesionalización del fútbol.

Evidentemente, hay que situarse en la sociedad de principios de siglo para

entender esta aseveración. Defendía que su visión del fútbol se basaba en

un aprovechamiento pedagógico del mismo con objeto de cambiar y

mejorar las costumbres de la juventud. Entre ellas estaba la higiene.

Falleció a las cinco de la tarde del 5 de noviembre de 1919. Tan sólo contaba

con 28 años. La muerte le sobrevino como consecuencia de una tuberculosis

intestinal, según testificó el doctor Ramón García Cobián.

El 21 de diciembre de 1919, en El Molinón, se enfrentaron como homenaje

y recuerdo a quien había sido el más firme bastión de los orígenes del Real

Sporting de Gijón sendas selecciones de futbolistas de Gijón y Oviedo.

Cuando falleció era secretario (el primero con dedicación exclusiva) de la

Federación Regional Cantábrica de Clubs de Fútbol, antecedente de la

actual Real Federación de Fútbol del Principado de Asturias, que precisamente

celebra en el presente ejercicio su centenario.  

Actualmente, Anselmo López da nombre a una asociación de aficionados

rojiblancos dedicada a la conservación, estudio y difusión de la historia del

Real Sporting de Gijón. Entre sus actuales proyectos se encuentran el proyecto

 y creación de un "paseo y salón de la fama" en el exterior de El Molinón,

tendente a recordar en los aledaños del campo los grandes nombres de la

historia del Club, lo que ampliará su actual referencia museística de campo

más antiguo de España.

Cuando se cumplen 110 años de la fundación del Sporting, el nombre de

su primer presidente y principal impulsor emerge del recuerdo. JLR.